Javier era un chico tierno, educado y muy agradable, éramos compañeros de clases en la universidad, pasamos muchos ratos muy agradables, él solía hablarme de su novia y yo de mi novio, con el tiempo me enamoré profundamente de él, y lo mantuve en secreto& Habían pasado ya tres años desde que nos conocimos, hasta que cierto día entre juegos se llevó un libro que yo necesitaba para hacer una tarea, así que me dispuse a ir a su casa a recogerlo&
El me recibió en bata, eran las cuatro de la tarde, él había estado durmiendo& subí a su habitación y busqué el libro, él reía, me decía: Está en el otro cuarto loquita, y no te lo voy a dar Javi, anda no seas pesado que tengo que hacer la tarea.
En eso lo veo en el tocador de la otra habitación y lo tomo, el corrió detrás de mi y al tratar de quitármelo quedamos frente a frente& podía sentir su respiración e inevitablemente me besó tiernamente& cuando reaccionó saltó hacia atrás y dijo: ahora si que me vas a partir la cara ¡si !, dije yo, y corrí hacia él y me arrojé a sus brazos y lo besé como si se me fuera la vida en ello, ¡lo había esperado tanto tiempo!, y le pregunté: ¿Por qué no me habías dicho antes? tenía miedo de perderte si me rechazabas, ¿Cómo crees? Eres lo mejor que me ha pasado&
Continuamos comiéndonos a besos y me cargó hacia su cama, con mucha habilidad zafó el broche de mi sostén, y me sacó la blusa, me tenía tendida sobre la cama y él junto a mi tan cerca, podía sentir la erección de su pene, estaba tan ansiosa& continuó besándome dulce y apasionadamente, había esperado por esto tanto como yo&
Me atreví entonces a tocar su miembro por encima del bóxer, se sentía tan grande y caliente&, él también bajó su mano hasta tocar mi clítoris por debajo de mi calzoncito, mmmm&. Era tan suave su tacto& que me hizo gemir de placer, acabó de desnudarme, y me abrió las piernas, sus ojos brillaron cuando encontró mi húmeda vagina, pasó su lengua abriendo mis labios y un escalofrío recorrió mi cuerpo, con sus dedos abrió m
Entonces me tomó de nuevo en sus brazos y me sentó en sus piernas su pene estaba justo en la entrada de mi vagína y yo me dejé caer en él despacio como capturando el momento, cuando lo sentí todo adentro me detuve un instante… era grande quería adaptarme mejor para disfrutarlo, él me abrazó y me besó y comenzó el suave vaivén, no lo podía creer, finalmente estaba en los brazos de Javier, finalmente era suya, la sentencia –algún día serás mía– que entre juegos él había soltado finalmente se había cumplido…
El roce de su piel, tener su enorme miembro dentro de mi…–OH si, mi amor asíUna vez más un delicioso choque eléctrico recorría mi cuerpo, esta vez era más intenso mis brazos se soltaban, mi cuerpo se estremeció y las fuerzas me abandonaban, unos segundos, los más deliciosos de mi vida, el mejor orgasmo que había sentido hasta ese momento… y fue Javier…
Pero no, desperté una vez más en mi cama, junto a mi marido, al que elegí en vez de a él, han pasado ya 10 años y me pregunto si no lo hubiera dejado plantado que sería lo que hubiera podido ser….
Este relato es uno de los hubieras que guardo en mi corazón,… espero que lo disfruten y que me hagan llegar sus comentarios…
Besos,
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