Relatos eróticos Marqueze. El Sexo que te gusta leer.

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MI VECINA JUANITA

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Sucedió que me encontraba solo en mi casa descansando del ajetreo del trabajo no tenía nada pensando para iniciar mi fin de semana, por lo cual procedí a ver una película, a los pocos minutos escuche que tocaban a la puerta, me levante y pregunte quien era, a lo que escuche la voz de mi vecina, diciéndome:
 Soy yo, su vecina y necesito pedirle un favor.
Por lo cual abrí la puerta para conocer cuál era el favor. Al abrir me encontré que ella llevaba puesto vestido blanco con un buen escote, el cual le transparentaba su cuerpo, y por lo mismo me di cuenta que no llevaba sostén y tenía puestas una tanga, pude notar también unos ricos pezones los cuales sobresalían de su vestido, además de que calzaba unas sandalias altas por lo cual hacían que se viera un poco más alta.
Enseguida retire la mirada de ese espectáculo, y mire sus ojos, ella por un momento se ruborizo pero conservo la calma y me comento que deseaba que le ayudara a mover un mueble de su casa, por lo cual accedí a acompañarla, bajamos a su casa y me condujo al mueble que deseaba que moviera, le dije que no sería sencillo si yo solo lo intentara mover por lo cual le dije que si necesitaba ayuda, ella ofreció a ayudarme y se coloco en un extremo del mismo y se inclino para proceder a cargarlo, y al inclinarse pude ver atraves de su escote unos pechos que invitaban a tocarlos y acariciarlos, me puse algo nervioso y mejor retire la mirada de ese panorama que ella me estaba mostrando; comenzamos a mover el mueble al lugar indicado.
Después me pregunto si le podía ayudar a otra cosa, por lo cual le comente que no había problema ya que estaba para servirle, me condujo a una recamara ya que tenía que subir unas cosas a su closet, ella me dijo que se subiría a la pequeña escalera y que se las fuera pasando para acomodarlas, yo le comente que si ella quería que yo las acomodara lo haría con mucho gusto, pero ella insistió que no, ya que deseaba colocarlas como ella supiera donde las había colocado, por lo cual comencé a pasarle las cosas, mientras lo hacía pude observar sus nalgas transparentadas por su vestido y la tanga que llevaba puesta, mi pene se puso erecto y trate de ocultarlo para que ella no se molestara al verme así, en un momento dado ella me dijo que ya no le pasara más cosas porque tenía que arreglar unas que ya tenía arriba entonces se subió más en la escalera y se inclino dentro del closet para alcanzar el fondo, eso permitió poder observar unas ricas piernas y mejor aún me agache un poco para ver debajo de su vestido y tener una vista espectacular de sus nalgas.
Era algo sumamente inquietante, y en un momento dado sin darme cuenta ella se retiro un poco y se me quedo viendo, y me dijo de una manera molesta:
 “No te pedí ayuda para que me vieras los calzones”
Por lo cual yo le conteste:
 “No pude resistirme ante una mujer tan sensual como usted”
Ella se bajo de la escalera y se acerco a mí, me dijo:
 “No busco una aventura”
Por lo cual yo le conteste:
 “para mí no será una aventura, porque desearía tenerle siempre”
Se me quedo mirando, bajo la mirada para buscar mi pene y encontró que este estaba erecto y a punto de salirse para que lo viera mejor, ella me dijo que me retirara, pero por el contrario me acerque a ella y le dije:
• Las oportunidades solo se dan una vez y no hay que desaprovecharlas.
Ella quiso decirme algo pero se lo impedí besándola, correspondió a mi caricia, y lentamente fui recorriendo su cintura para después llegar a su espalda, baje mis manos hasta sus caderas y así apoderarme de sus nalgas, fue algo mágico y delicioso tener mis manos ahí, posteriormente baje mis manos hasta sus piernas y fui levantando poco a poco su vestido, cuando ya pude acariciar su piel mi excitación fue mucho mayor, tomaba la redondez de sus nalgas y los grabe en mis manos, posteriormente subí mis manos hasta sus pechos y los toque por arriba de su vestido enseguida sentí sus pezones y la suavidad de los pechos que los sostenían, lentamente adentre un a mano en su escote para llegar a ellos, ella seguía aferrada en mi, abrazada y dejándome conquistarla.
Pero en un momento dado, ella se aparto de mi y dijo que eso no podría ser, por lo cual, se arreglo y dijo que la continuara ayudando, yo quede prendido pero también comprendí que estaba haciendo mal, así que procedí a ayudarla nuevamente, ella se monto en la escalera y comencé a pasarle las cosas nuevamente y mientras lo hacía no podía apartar de mi mente lo que había pasado anteriormente, así que cuando ella se inclino mas, yo ya no espere y me metí debajo de su vestido para comenzar a besar sus piernas, ella se quiso apartar pero se lo impedí diciéndole que por favor me dejara terminar algo que también ella deseaba, ella callo y yo fui recorriendo con mis labios sus piernas hasta llegar a sus nalgas, las comencé a rosar con mi rostro y a acariciar con mis labios, después abrí sus piernas e hice a un lado su tanga y comencé a beber de su ser, la saboreé metiendo mi lengua mientras comenzaba a escuchar sus quejidos, me gusto la calidez que de ella emanaba y poco a poco me fui deslizando con mi boca atraves de sus nalgas para llegar a la línea que separa a estas, mi deleite fue mayor al pasar mi lengua por ellas.
Ella me dijo que le quitara su tanga, cuando lo hice me la guarde, ella me dijo que porque hacia eso, por lo cual le conteste que cuando no la tuviera a ella conmigo me serviría para recordar su aroma mientras me tocara para recordarla y al hacerlo ella se dio vuelta y me pidió que siguiera, yo nuevamente me metí en su vestido, ella abrió sus piernas y nuevamente pude saborear ese néctar que emanaba tibio y con mucho deseo de ser tocado, poco a poco llegue hasta sus pechos y los acaricie cual cosa maravillosa que podía haber tenido en mis manos, ella se inquieto aún más y me pidió que fuéramos a mi departamento, a lo cual yo accedí, cuando llegamos comenzamos nuevamente a besarnos y abrazarnos, se aparto de mí y me dijo que jamás había estado con otro hombre que no fuera su marido, por lo cual le dije que el deseo no conocía de razones, por lo cual saque mi pene y jale su mano para que lo tomara, ella no dijo nada y nuevamente nos besamos, la recosté en la cama y subí sus vestido, abrió sus tersas piernas para dar paso a mi miembro y adentrarme en ella, al hacerlo pude experimentar el calor más exquisito que pude conocer, me embriago su deseo y su aliento, comenzamos a amarnos a ratos bebiendo de sus labios y en otros descubrir sus pechos para beber de ellos.
En un momento dado ella cambio de posición, estaba arriba de mi, moviéndose como si bailara una suave danza pero guiándome dentro de ella, tomo mis manos y las coloco en sus pechos, yo los acaricie, no quería quitarlas de ahí jamás, enseguida baje mis manos hasta su vestido y las metí para llegar a sus caderas, las aprisione fuertemente por que quería meterme más en su deseo, después de un tiempo sentí como la vida se me iba cuando le dejaba parte de mi adentro, ella lo sintió y se aferro a mi dándome un beso y abrazándome fuertemente.
Al terminar se recostó al lado mío, me dijo que que pensaría de ella después de esto, por lo cual le dije que jamás había estado con una mujer tan cálida y deseosa de amar, la abrace y nuevamente le robe un beso, ella correspondió, y lentamente fui nuevamente a tocar sus pechos, ella sonrió y me dijo que si todavía tenía ganas por lo cual le dije que en un rato le respondería, cuando yo me recuperara de tan agradable encuentro.

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