Relatos eróticos Marqueze. El Sexo que te gusta leer.

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Mi tía maestra de sexo

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Empezó a levantarse y a dejarse caer suavemente, yo sentía que mi pija era apretada como por un guante caliente, mi tía me cabalgaba y sentía mi verga caliente, mi tía empezaba a gemir de tan excitada que estaba, ella terminó de cabalgarme y yo terminé dentro de ella, que delicia el sentir su conchita caliente y que yo la estuviera llenando con mi leche cremosa.
Quizás tendría como 18 años cuando perdí mi virginidad gracias a mi caliente tía, ella tendría en ese entonces unos 22 o 23 y ya le encantaba el sexo y a quien no si es lo más rico en esta vida.

Pues resulta que mis padres solían salir muy seguido los fines de semana y mi mamá le pedía el favor a mi tía     que viniera a cuidar a mis dos hermanos, entre ellos estaba yo, mis padres no confiaban mucho en mí ya que debía estudiar para mi ingreso en la facu, así pasaron varios viernes y la compañía de mi tía ya era común, una vez me despertaron sus caricias en mis genitales…

Era una sensación muy rara, lo cierto es que cuando me levanté tenía mi pija bien dura, mi tía se asustó y siguió acariciándome y yo me moría de risa, ella me empezó a hacer mi primer mamada, se metía mi pene una y otra vez mientras a mi me invadía un cosquilleo y empecé a orinar en su cara, mi tía me dijo que ella me iba a convertir en hombre.

Llegó el otro viernes y ahora yo era quien buscaba a mi tía para que me hiciera cosquillas y mi tía me dijo que después de que terminara de ver su serie favorita, yo estaba impaciente en la cama al lado de ella…

Ella tomó una de mis manos y la llevó a una de sus piernas, con mi mano se acariciaba hasta que llegamos a su chochito, sentí entonces en medio de sus piernas mucho pelo y además mojado debido a la excitación que ella tenia, así me enseñó a masajear su coño hasta que me dejó hacerlo por mi mismo.

Metía mis dedos hasta el fondo y esa sensación de calor que había en su interior despertaba en mi instinto el cual no sabía que era pero me gustaba tanto, además de que despedía un olor muy particular que ahora es mi delirio.

Así estuve masturbándola hasta que terminó su programa, para esto mis hermanos ya estaban dormidos, me hizo que le mamara su concha pero yo no sabía como hacerlo me guió y me dijo que sacara mi lengua y que recorriera su concha de arriba a abajo una y otra vez, me dijo que le metiera la lengua y así lo hice…

Ella se retorcía y yo sentía ese sabor saladito que al principio me dieron muchas nauseas, mi tía me dijo que me fuera a lavar la boca y ahí terminó nuestra sesión de los viernes.

Al siguiente viernes yo ya estaba impaciente pero para mi desgracia mis papás no salieron pero mi tía se fue a quedar a mi casa, yo no me quería dormir hasta recibir mi sesión de sexo de todos los viernes.

Mi tía entró en el cuarto donde yo estaba y le dije que no podía dormir, ella me dijo que no podía hacer nada por que ahí estaba su hermana o sea mi mamá, mientras me decía eso metió su mano por debajo de la sábana y acarició mi verga…

Metió su cabeza y me la empezó a mamar muy rápido varias veces hasta que se oyó un ruido y rápidamente se sacó mi verga de la boca.

Luego me dijo que me durmiera y me dio mi primer beso en la boca, sentí su lengua húmeda que entraba en mi boca que acariciaba mi lengua, yo torpemente le correspondía y así dormí satisfecho esperando mi próxima clase de sexo con mi tía.

Llegó el próximo fin de semana y ahora si mis padres saldrían y llegó la noche, yo estaba listo para lo que siguiera, empezamos a jugar con mis hermanos y mi tía y yo nos tocábamos nuestras partes sin que mis hermanos se dieran cuenta…

Le toqué sus senos que eran bien firmes, con un pezón duro y negro, luego llevó una cobija a la sala donde estábamos viendo la tele, se sentó a mi lado y me tapó con la sábana, por debajo me hizo que me quitara mi short y empezó a mamarme mi pija mientras yo le metía mis dedos en su caliente concha la cual ya estaba bien lubricada…

En una de esas me dice que me quede sentado y que se acomoda mi verga en la entrada de su coño y sin decirme agua va se deja caer de golpe, mi reacción fue de sorpresa, nunca me imaginé que así iba a perder mi virginidad.

Ella se quedó un rato sin moverse, luego empezó a levantarse y a dejarse caer suavemente, yo sentía que mi pija era apretada como por un guante caliente, mi tía me cabalgaba y me daba la espalda…

Yo hasta ahí solo sentía mi verga caliente, para esto mi tía empezaba a gemir suavemente de tan excitada que estaba y no podía explayarse tanto pues mis hermanos estaban en el suelo viendo la tele, en eso mi hermanita nos queda viendo y nos preguntó que si que jugábamos y mi tía le dijo que estaba jugando al caballito…

Mi hermanita no le tomó importancia y siguió viendo el televisor, mi tía seguía su cabalgar más de prisa y me hizo que le apretara las tetas con mis manos…  El ruido del televisor se mezclaba con sus gemidos, y así, después de un rato, ella terminó de cabalgarme y yo terminé dentro de ella, que delicia el sentir su conchita caliente y que yo la estuviera llenando con mi leche cremosa.

Me dio un beso de lengua que me llegó hasta el fondo de la garganta y quedé con mi pierna toda mojada de sus jugos debido al o los orgasmos que tuvo y yo me fui al baño a asearme para luego seguir cogiendo con mi caliente tía.

Ella, al volverme del baño, me dijo muy despacio para que no escucharan mis hermanitos, hoy no más pero tu mamá me dijo que el próximo viernes se llevaría a mis hermanos menores y que yo cuidara de la casa, y que ella me iba a enseñar todo lo que sabía del sexo, y me dijo que si la hacía gozar más que hoy, casi seguro me enseñaría como hacerlo por su culito.

Así fue como perdí mi virginidad con mi tía, mi maestra de sexo.

Autor: Carlitosperez

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